Sable láser o espada láser
Los sables láser son iconos cinematográficos que han aparecido en todas las películas de La guerra de las galaxias desde Una nueva esperanza (1977), cuando Luke Skywalker encendió por primera vez la espada azul que le había confiado el maestro Jedi Obi-Wan Kenobi. El color azul no era arbitrario. Hay una historia detrás de cada tonalidad de sable láser, desde las hojas rojas blandidas por Darth Vader y los inquisidores imperiales que perseguían a Obi-Wan en su serie hasta las blancas y negras encendidas en The Mandalorian.Regístrate para recibir Disney PlusDurante la producción de cada película de la saga de George Lucas, las hojas de los sables láser eran en realidad blancas. Más tarde, los magos de los efectos les dieron color mediante una técnica llamada rotoscopia. Y fue el artista conceptual Ralph McQuarrie quien decidió asociar el color de una espada con la posición moral de un personaje. Para este 4 de mayo, echemos un vistazo a lo que los colores elegidos por los personajes dicen de ellos y a la historia de algunas de sus armas: “Intenté que el rayo láser fuera lo más brillante posible y cambié los colores de las distintas espadas: un color para los buenos y otro para los malos”, explica. La espada roja hace de Darth Vader un maestro del mal.
Muerte de Palpatine
Los sables láser desaparecen en Star Wars con sorprendente frecuencia, a pesar de su singular naturaleza y de la importancia que tienen para su portador. Dado que los combates suelen tener lugar a gran altura y que la pérdida de miembros es algo habitual, es de esperar que se pierda el arma de vez en cuando. Tanto los Jedi como los Sith parecen adeptos a reemplazarlas, aunque el grado de formalidad o implicación de esos reemplazos depende del momento y las circunstancias.
Una figura que parece haberse tomado esta lección muy en serio es el Emperador Palpatine, que consigue perder su sable láser en un momento clave de la saga. Sin embargo, como Lord Sith que destruyó la República Galáctica y aniquiló a los Jedi, no es de los que dejan nada al azar. A pesar de ser incapaz de mantener las manos en su arma, está preparado para reemplazarla rápidamente, además de poseer poderes que pueden compensar la diferencia aunque él no lo esté.
Palpatine no usa sus sables láser muy a menudo, ni falta que le hace. Con la Orden Jedi intacta y los Sith sometidos a la Regla de los Dos, tiene que moverse en secreto, y dada su prominencia en el Senado y en los asuntos galácticos en general, mostrar un sable láser rojo puede llamar una atención no deseada. Después, por supuesto, ostenta el poder absoluto sobre el Estado y no lo necesitaría. Si todo lo demás falla, tiene su rayo de la Fuerza, que puede contrarrestar fácilmente el arma de un Jedi e incluso abrumarla en algunos casos.
Sheev Palpatine
A lo largo de la franquicia Star Wars, hemos conocido a muchos Jedi. Algunos eran famosos por su habilidad con el sable láser, otros preferían confiar sobre todo en la Fuerza, pero todos tenían sus habilidades particulares. Aunque vimos a algunos de estos personajes enfrentarse al Señor Oscuro de los Sith, Palpatine, en combates uno contra uno mediante el sable y la Fuerza, resulta que en realidad sólo había uno en particular al que temía, y es alguien que muy poca gente habría esperado, ya que la mayoría olvida que el personaje es en realidad un Jedi.
Esta información se desprende de la serie de cómics Darth Vader: El Señor Oscuro de los Sith, de Charles Soule y Giuseppe Camuncoli, en concreto en el número 7. Palpatine le confiesa a Darth Vader que la Jedi a la que más temía en realidad no era otra que Jocasta Nu. “¿Quién?” Oigo a muchos de vosotros preguntar. Jocasta aparece por primera vez en El ataque de los clones. Era la anciana que ayudó a Obi-Wan en su búsqueda del planeta Kamino, diciéndole que si no aparecía en los archivos es que no existía. Su presencia en pantalla es mínima durante la película, pero, como ocurre con muchos personajes secundarios, su historia se desarrollaría posteriormente en otros medios, y también aparecería en la serie The Clone Wars. Para los que aún no lo tengan claro, esta es ella:
Sable láser de Palpatine
VALE. En la trilogía original (Una nueva esperanza, El imperio contraataca y El retorno del Jedi), Palpatine era conocido como “el Emperador”. Es el villano principal, el Gran Malo, el jefe de Darth Vader, quien gobierna la galaxia y puede lanzar rayos de sus manos.
En la trilogía precuela (La Amenaza Fantasma, El Ataque de los Clones y La Venganza de los Sith) aprendemos más sobre él y su ascenso al poder: era un político llamado Palpatine, del planeta Naboo, que en secreto era también un lord Sith. Palpatine manipuló su camino hasta convertirse en el jefe del Senado Galáctico, inició una guerra civil, y luego jugó con ambos bandos para amasar más y más poder para sí mismo. Finalmente corrompió a Anakin Skywalker, convirtió a Anakin en Darth Vader y se declaró emperador.
Sí, Darth Vader arrojó a Palpatine por el pozo de un reactor al final de El retorno del Jedi, salvando así a su hijo y redimiéndose a sí mismo. El personaje de Dominic Monaghan (es el tipo que quizá reconozcas de las películas de El Señor de los Anillos o de la propia Perdidos de J.J. Abrams) sugiere en El Ascenso de Skywalker que el regreso de Palpatine podría tener algo que ver con la clonación, pero el Palpatine que vemos es viejo y su cuerpo está decayendo. Es realmente él.